lunes, 28 de septiembre de 2009

Mi Aventura: Ser Arquitecto.


Soy un artista de la creación, un artista que en su vida se imagino formar parte de las grandes filas de creativos de este mundo, soy un artista que expresa a través de muchas formas, soy un artista de edificios, casas, centros comerciales, clínicas y cualquier cosa que sea más grande que el ser humano mismo, puesto que mi arte es hacer de los espacios... “maquinas de vida”.

Me encanta imaginar, me gusta proyectar futuros, líneas, cuadros y perfección, pureza de forma y concepto pero puedo ser tan versátil como para tocar los matices de un arte más orgánico, me encanta ver mas allá de lo que muchos pueden ver, donde muchos ven un problema yo veo mil soluciones.

Disfruto de mis noches de colorear, de pensar en el ser humano y en cada uno de sus movimientos en esos espacios que nacen como un embrión en el útero de su madre, me gusta el olor del grafito sobre el croquis, de los marcadores y la pega UHU. ¿A quien no? pasamos más de 5 años echando lápiz a miles de ideas unas maduras otras no tanto para decirlo y gritarlo!... soy parte del arte, y pensar que es tan solo el inicio... el inicio a la aventura de ser arquitecto.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Pensamientos - El Numero 3

Un papel en blanco, pero con el impetuoso deseo de describir como me siento. El texto de un amigo me dejó con el corazón acelerado, la adrenalina fluyen por mi torrente sanguíneo superada solo por la indómita fuerza de un rio, los latidos ya están sobre las 140 pulsaciones por minuto, las mismas a las que tengo llegar antes de entrenar... estoy agitado.

Un millón de cosas pasan por mi mente... Estoy en un proceso de aprendizaje muy intenso con muchos altibajos donde a veces quisiera salir corriendo -todo esta pasando muy rapido-templanza” así me dice una amiga muy querida, el tiempo me está enseñando a manejarla, pero allí estoy yo, toda una tormenta que necesita del caos generada por sí misma para aprender... Viviendo el mundo al máximo y disfrutando de cada momento, reviviendo cosas que pensé no viviría al menos no por ahora.

Intensidad. Solo puedo escucharme pensado una y otra vez, intentado descargarme a cada instante... parezco ajeno a lo externo, me estoy viendo por dentro, hay un letrero afuera que dice “NO MOLESTAR” ¿cómo hago para entenderme? –Buena pregunta- en ocasiones parece difícil formar parte de este mundo, soy de aquellos que piensa muchas cosas a las vez, es como experimentar visiones, es como ver mas allá de lo que muchos tienen la posibilidad de ver, es intuición, es sentir que en momentos vas un paso adelante cuando verdaderamente falta mucho por aprender, -es que nunca dejamos que aprender-

¿Cómo hago para equilibrarme?, ¿cómo hago para volver a la calma? Pienso en el número tres, el tres puede ser muchas cosas, tres son los años que tengo con mi primera tarjeta de crédito, tres es el número de copas que apareció en la carta cuando pregunte por el amor, tres es un número en el que estoy inmerso y más de lo que pensaba. El tres, tenía tiempo sin experimentarlo pero fue maravilloso, fue el calor, el sudor y las palabras en medio de toda aquella exaltación emanada. Fue el fluir de la sangre con brutales cargas de adrenalina pura... Esa que se siente al bajar de una montaña rusa, el corazón latiendo a millón con un placer indetenible, - es un vicio- no puedo parar.

¿Qué hacer? quiero volver a la calma, mis pensamientos van de lo reflexivo a lo sensorial. ¿Qué estoy pensado?, no ha pasado nada. Mi despertador sonó, todo fue un sueño. Hay que trabajar.

Encrucijada de caminos – La Humildad


Santiago nació en una ciudad con muchas oportunidades y de pujante desarrollo económico, donde era posible prosperar, se podía alcanzar un nivel de vida acomodado de clase media con uno más que otro lujo.

Su formación giró en torno a un mundo de aparente de ostentosidad – al menos eso pensaba él - era un chico al que todo se lo daban, - bueno casi todo - , en resumen no tenía idea de conceptos tan básicos como la humildad o la comprensión de quienes no tenían la misma “suerte” que disfrutó él al llegar al mundo con padres tan trabajadores.

Allí estaba su segundo aprendizaje, la humildad, el aprender a ver el mundo con una perspectiva distinta a la que él estaba acostumbrado, en medio de vehículos del año, centros comerciales y costosos video juegos, la vida en el campo era un vuelco de 180° donde lo que parecía simple y en ocasiones común en su ciudad de origen, en Humacao era la sensación, su gentilicio era algo impresionable decía él.

La Vida de Santi – como le decían de cariño- en Humacao era bastante sencilla, casi todo ocurría entre el colegio y la casa – jajajaja – la verdad no existía gran diversidad de actividades, lo infaltable era jugar con Abel todos los días. A veces iban a las orillas de la quebrada, y entre de la vegetación, las rocas y el fluir del agua fría Santi contaba historias fantásticas de la vida en la ciudad, la boca de Abel jamás se cerraba de la impresión que le causaba aquella descripción de la gran metrópolis de la cual provenía Soria.

-HUMILDAD-

Pasaron algunas semanas y la maestra llegado el viernes, le pide a todos que realicen una actividad que beneficie al colegio, pudo ser, desde pintar, hasta reparar algo, y Santi se preguntó ¿qué podía hacer?, pues él estaba sentado sobre la respuesta, el colegio contaba con muchos pupitres sin mantenimiento y bastante deteriorados, así que se le ocurrió reparar uno, idea que le comento a Abel, decidieron hacer uno cada uno, y quien mejor para ayudarle a materializar aquella laboriosa tarea que el señor Alfonzo.

El Sr. Alfonzo, era grande, fornido, velludo, y fuerte como leñador, otro profesor retirado que vivía bastante cómodo con su esposa dedicada al hogar. Le gustaba realizar actividades diversas, una de ellas era hacer quesos, los cuales vendía en el pueblo, también poseía varias cabezas de ganado en una finca cerca de su domicilio, este virtuoso hombre además trabajaba maravillosamente la carpintería, los árboles frutales, y las taparas.

Esa tarde Santi fue a su casa a eso de las dos de la tarde, y le contó lo que tenía que hacer como actividad del colegio, y el accedió ayudarlo. –la emoción lo invadió- lo abrazó y le dijo gracias, gracias, gracias! y salió de allí corriendo a su casa.

Todos los días se reunían al menos una hora, el señor Alfonzo no se conformo con enseñarle a trabajar carpintería, sino además a obrar con las taparas para hacer tazas, tazones y como decorarlas con el calor usando sellos. Él fue uno de esos hombres que en la vida jamás se olvidan puesto que le mostro una parte de su mundo y sus conocimientos desinteresadamente, tanto así que se sentía parte de su familia.

A la semana siguiente, Santi al igual todos sus compañeros tenían sus labores hechas - incluso Abel -, su tío lo ayudo pero no lo hizo muy bien, de hecho el acabado fue terrible, y sin darse cuenta todos incluso su mejor amigo no paraban de reír por el pésimo trabajo de Abel, ridiculizado por todos salió del salón, mientras, Santi se estaba llevando los créditos de su maestro en carpintería, puesto que él realizo casi todo el trabajo. El pupitre quedo asombrosamente acabado y el señor Alfonzo tuvo el detalle de tallarle -hecho por: Santiago S.- 94- - todos estaban maravillados-

Los trabajos debían ser expuestos ante los maestros y demás compañeros, hablar de quienes los ayudaron a realizar aquella tarea. La intervención del joven Santiago fue interrumpida por una voz bastante grave, – era el señor Alfonzo – el estaba al fondo del salón y no lo había visto, y escucho cuando le decía a todos que había realizado el trabajo solo;

Él solo dijo:

-hijo, cuánto más alto estemos, más humildes seremos.

Y sin añadir más se retiro.

Allí estaba Santiago enrojecido de la vergüenza por tal lección, en ese instante entendió el valor de la humildad, desde reír del trabajo de Abel hasta de la manera en la pensó en atribuirse en su totalidad la realización de aquella actividad. Sintió que había traicionado la confianza de aquel hombre que había abierto las puertas de su corazón y su familia para llenarle de conocimientos.

Después de un incomodo silencio de la audiencia, cambio totalmente aquel discurso de egocentrismo absoluto, y contó la verdad – Se sintió humillado por sus palabras – él tuvo la culpa de todo aquello, así que merecía la lección.

A pesar de su arrogancia inicial, al terminar aquella tortura emocional Abel se acercó a Santi y le dijo, “tranquilo Santi que yo se que tú eres bueno” – él no pudo articular palabra alguna- y me fue a casa.

sábado, 22 de agosto de 2009

Encrucijada de caminos – La Amistad


Humacao poseía un encanto particular en medio de tanto polvo y casas que en su mayoría estaban descuidadas y abandonadas a la suerte de Dios.

Su gente tenía una personalidad humilde – bueno al menos a los que tuve la oportunidad de conocer– era una gama maravillosa de personas, que en ocasiones me hacían olvidar que estaba en aquel mundo paralelo donde tener teléfono fijo era un lujo y la bicicleta era el principal medio de transporte, pocos podían tener un carro.

Desde muchos puntos de vista ese poblado me regaló una fuente ilimitada de enseñanzas. Puesto que transitaba por la edad de los porqués y las preguntas, debía saberlo todo como un curioso insaciable, el conocimiento era lo que más me llenada, bueno, aun así lo es, sin embargo mis aprendizajes más significativos fueron, la amistad, la humildad, la creatividad, y por último una experiencia que si bien es cierto no supe catalogar a mi corta edad, fue la más importante y difícil de manejar, marcando mi vida para siempre.

-AMISTAD-

El año escolar transcurría con total normalidad, pero a mi amigo Abel lo molestaban con mucha frecuencia por ser un poco amanerado, fue estigmatizado como “marico”, ofendido y hasta maltratado físicamente, lo humillaban hasta en el recreo, de verdad era una situación que siendo él no sé como hubiese soportado, mas sin embargo su abuela, la directora del colegio no hacía nada al respecto, cuando Abel le contaba en la privacidad de la casa todo aquello que le ocurría ella decía que exageraba y que no les prestase atención, a todas éstas Abel y yo jamás tocábamos el tema, en las tardes después de hacer nuestras tareas, salíamos a jugar, yo jamás lo cuestione, por el contrario, estaba de su lado cuando se metían con él, todo esto afianzo nuestra amistad, pero un día, estábamos saliendo del colegio y terminaban de insultarlo, en un sendero camino a nuestras casas decido preguntarle, ¿Abel a ti te gustan los niños? -creo que no le gusto la pregunta- sin pensarlo me golpeo a la cara, y el que hace unos segundos era mi mejor amigo se volvió mi atacante, el estaba lleno de rabia por todo lo que estaba pasando y la verdad nadie parecía comprenderlo, su modo de drenar todo aquello era fustigándome sin control, en ese instante en medio de azotes Abel rompió en llanto y se echó al suelo, el estaba abatido, de momento me paralicé y lo único que hice fue sentarme a su lado y mantenerme en silencio, él lloro hasta que las lagrimas se le secaron y al cabo de un rato se calmó, lo ayude a levantarse, y me miro a los ojos y me dijo solo una palabra GRACIAS. No cruzamos palabras en el camino restante hasta nuestras casas, pero tenía la certeza de que a pesar del impasse de esa tarde todo estaría bien, aunque su orgullo no le permitió decir nada más, allí supe que él era mi mejor amigo.

martes, 18 de agosto de 2009

Encrucijada de camimos - El nuevo universo


Viernes 15 de Julio de 1994 - salí del colegio pasando al 4to grado de primaria, vivía en una maravillosa ciudad con mis padres que me complacían en mucho de lo que podían y pedía claro está, pero un día las cosas cambiaron de repente. Mis abuelos llegaron de sorpresa y yo tenía mi maleta lista. ¡Qué bien!, ¡Nos vamos de viaje! Toda la familia se preparo, y nos embarcamos en una de las cosas que más me gustaba, viajar por carretera. Mucho compartir y risas invadían la mini van que mi papá había alquilado para que toda la familia viajase junta.

Después de muchas horas llegamos a un caserío bastante descuidado y polvoriento. Recuerdo que al entrar estaba la escuelita publica... Había solo una entrada y salida del pequeño poblado; esa vía conectaba con casi todo. Tenía una pequeña capilla que parecía ser nueva y estar recién inaugurada y al final de toda esa trocha por fin nos detuvimos ¡¡¡qué bien!!! Llegamos al pequeño refugio de mis abuelos. Una casa que no le envidiaba nada a una casa de la metrópolis con agua caliente, piscina y hasta el recién llegado a Venezuela Direct TV... Toda una novedad!, Ellos vivían su retiro de maestros jubilados en la más absoluta comodidad.

Tuvimos un fin de semana grandioso pero algo pasó de momento. Llegado el domingo, mis padres recogían todo al igual que mis hermanos mayores pero como cosa bastante atípica mis cosas seguían en la maleta y otras colgadas en el closet. De hecho al salir percibí algo bastante extraño puesto que mi maleta era la más grande, a lo que no le di importancia. Al llegar el medio día mis padres me dieron la gran noticia. “hijo te quedas con tu abuela una temporada.” que pueden esperar de un niño con escasos 9 años - Gritos!, Pataleos!, Llantos! - y hasta rabia. Estaba desconcertado pero no podía hacer más... Eché a correr y me encerré en el cuarto... mis padres intentaron dialogar y no quise salir poco después los vi escondido tras las cortinas sacar el carro del estacionamiento y alejarse. Hundido en la tristeza por aquel suceso me pasaron muchas cosas por la mente. ¿Pero qué hice? ¿Porque mis padres me dejaron acá? ¿Cómo se suponía que debía interpretar aquel choque tan fuerte? el mundo se me hizo pedazos.

Allí estaba yo, el pequeño Santiago Soria, un niño promedio, bastante normal para mi edad. Con un poco de barriguita – es que era todo un consentido en la casa – hiperactivo pero que detestaba los deportes y acostumbrado al suburbio, envuelto de golpe entre metros de monte sin cortar, vacas y cerdos de mascotas, donde las diversiones eran caminar hasta la quebrada, jugar gurrufío, trompo y pichas!! NOOOOO!!!!! Yo estaba acostumbrado al video juego del momento el “Súper Nintendo!” este se había quedado en casa, mis hermanos mayores ahora lo disfrutaban.

Ya pasó 1 semana y la casa de mis abuelos, en medio de tantas comodidades, no contaba con teléfono, era algo imposible en aquel caserío, para poder comunicarnos teníamos que ir al gran pueblo que quedaba a 20 minutos en carro de la casa, allí tomábamos en la encrucijada de los viajeros un teléfono público donde por fin después de hacer una larga cola podíamos acceder al tan preciado servicio. Yo sin saber nada, mi abuela llamó y comenzó a conversar; no sabía con quien, pero resultó ser mi madre, y luego de una pequeña tertulia decidió pasármela. La sensación de aquel instante cuando escuché su voz fue una mezcla extraña de ganas de llorar y felicidad extrema – era mi MAMI...! - estaba profundamente feliz y le pedí explicaciones, no entendía los motivos por los que me dejaron, y le pregunté: “¿mami tu me quieres?” ¿Por qué me dejaste aquí con mis abuelos? ¿Qué hice mal? Y ella rompió el silencio diciendo: “hijo, mi amor es por tu bien, algún día comprenderás lo que hacemos por ti. Ten paciencia ya volveremos a reencontrarnos muy pronto.”
Fue suficiente para que una lágrima de mis ojos cayera. Pero sus palabras me reconfortaron, me sentí como en una especia de trance feliz. Ella si me quería de verdad. Aun no entendía del todo lo que hacía, pero ella estaba allí lejos pero estaba.

Lunes 3 de Octubre de 1994 ya pasaron casi tres meses, las vacaciones habían culminado y en medio de retrasos era hora de comenzar el nuevo año escolar, recuerdan la escuelita, pues allí me tocó estudiar, lo recuerdo como si fuese ayer, solo habían seis salones y los tres de preescolar en el fondo del colegio, poseía un comedor donde estaba la típica señora gorda que sirve el almuerzo, y en el otro extremo estaba la oficina de la directora Martínez amiga y colega de mi abuela, se conocían desde hace mucho, tenían mucha confianza y se contaban numerosas cosas incluyendo lo que hacía y dejaba de hacer en el colegio, mi maestra era un sueño, amable, simpática y de trabajadora y de bien corazón, por cierto tenía una hermana gemela que era esposa del dueño de la única farmacia del todo el pueblo. -Pero como tengo facilidad para desviarme retomemos la historia.

Ninguna historia está completa sin el mejor amigo, y ese era Abel Martínez, un chico muy delgado blanco, alto, algo pálido y un poco amanerado, y si efectivamente no es coincidencia el “Martínez”, él era nieto de la directora, así que, ¿qué mejor compañero para las travesuras?, jugábamos, lo compartíamos todo, éramos inseparables, fue mi único verdadero amigo en aquel nuevo universo llamado Humacao.

lunes, 17 de agosto de 2009

EL MEJOR DE LOS INICIOS


Ayer conversaba con un amigo y le comentaba que considero complicado esto de estar escribiendo y vaciar la mente a través de un blog en internet, pero él muy entusiasmado me dice...¡anda inténtalo! y allí nació toda esta idea de compartir un poco de mi a cada uno de ustedes.No soy un experto de la escritura ni la redacción, solo soy alguien a quien le gusta conversar muchísimo.

ZONA CREATIVA intenta mostrarme en la faceta de estudiante y de chico que le gusta saber y hacer de todo un poco, pero mas allá de eso es una exploración interna... vamos a ver que encuentro... algo bueno debe salir de todo esto, AMANECERA Y VEREMOS! =) por ahora estoy feliz por este nuevo inicio y BIENVENIDOS a mi pequeño gran mundo.